We (Sisters Charlotte and Diane) arrived in Chiclayo on Sunday, January 11 and on to Puerto Eten. It is a privilege to be here, to experience life in Peru and to catch up with the Sisters. We are receiving warm and attentive hospitality and enjoying our visit.
One of the highlights of our week was our pilgrimage to Monsefu where we stopped at the cemetery where Sisters Aquin and Dorothy are buried, a tour through the town with stops at the former convent, school, church, medical centre (now a convent for sisters of another order!), and the town plaza.
A couple of days later we briefly visited Dr. Jacinto Custodio in a clinic sponsored by our Congregation in the parish church space in Cuidad Reque. Jacinto faithfully provides care to many of the poor every week. (Jacinto is rightly named a “Mercy boy” since he was educated by our first sisters who came to Monsefu in 1960. He has not ever forgotten his early years in school! Nor the Sisters of Mercy!). In honour of his class’s celebration of 50 years of graduation Jacinto presented the Congregation with a marble plaque.
Saludos desde Perú
Nosotras (Hermanas Charlotte y Diane) llegamos a Chiclayo el domingo 11 de enero y a Puerto Eten. Es un privilegio estar aquí, experimentar la vida en Perú y ponernos al día con las Hermanas. Estamos recibiendo una hospitalidad cálida y atenta y disfrutando de nuestra visita.
Uno de los momentos culminantes de nuestra semana fue nuestra peregrinación a Monsefú, donde nos detuvimos en el cementerio donde están enterradas las Hermanas Aquin y Dorothy, un recorrido por la ciudad con paradas en el antiguo convento, la escuela, la iglesia, el centro médico (¡ahora un convento para hermanas de otra orden!), y la plaza de la ciudad.
Un par de días más tarde visitamos brevemente al Dr. Jacinto Custodio en una clínica patrocinada por nuestra Congregación en el espacio de la iglesia parroquial de Cuidad Reque. Jacinto atiende fielmente a muchos pobres cada semana. (Jacinto es llamado con razón “chico de la Misericordia”, ya que fue educado por nuestras primeras hermanas que llegaron a Monsefú en 1960. Nunca ha olvidado sus primeros años en la escuela. Ni a las Hermanas de la Misericordia). En honor a la celebración de los 50 años de graduación de su clase, Jacinto obsequió a la Congregación con una placa de mármol.