This year marks the 75th anniversary of the founding of Holy Name of Mary Convent in Marystown, Newfoundland.
On September 29, 2002, the Sacred Heart Parish, Marystown held a celebration to mark the anniversary. The event began with a celebration of the Eucharistic Liturgy during which Father Ray Earle, pastor, paid tribute to the Sisters of Mercy for seventy-five years of ministry in the parish and community. He, and the president of the Parish Council, acknowledged, in particular, their contribution to youth through their service in the schools and their presence in the wider community as well. The mayor of the town, Mr. Samuel Synard presented the sisters with a plaque on which was the image of Catherine McAuley and an expression of appreciation.
Afterwards, a reception was held in the parish room during which the parishioners had the opportunity to come and express their personal congratulations and best wishes. It gave the sisters the chance to meet so many of their former students, many of whom are now leaders in both church and community. Later in the evening the sisters were invited to the parish hall for a dinner during which more words of appreciation were expressed.
Este año se celebra el 75 aniversario de la fundación del Convento del Santo Nombre de María en Marystown, Terranova.
El 29 de septiembre de 2002, la parroquia del Sagrado Corazón de Marystown organizó una celebración para conmemorar el aniversario. El acto comenzó con una celebración de la Liturgia Eucarística durante la cual el Padre Ray Earle, párroco, rindió homenaje a las Hermanas de la Misericordia por sus setenta y cinco años de ministerio en la parroquia y en la comunidad. Tanto él como el presidente del Consejo Parroquial reconocieron, en particular, su contribución a la juventud a través de su servicio en las escuelas y su presencia también en la comunidad en general. El alcalde de la ciudad, Samuel Synard, entregó a las hermanas una placa con la imagen de Catherine McAuley y una expresión de agradecimiento.
Posteriormente, se celebró una recepción en la sala parroquial durante la cual los feligreses tuvieron la oportunidad de acudir y expresar sus felicitaciones personales y sus mejores deseos. Las hermanas tuvieron la oportunidad de conocer a muchas de sus antiguas alumnas, muchas de las cuales son ahora líderes tanto en la iglesia como en la comunidad. Más tarde, por la noche, las hermanas fueron invitadas a una cena en el salón parroquial, durante la cual se expresaron más palabras de agradecimiento.